domingo, 22 de noviembre de 2015

No creo que conocer la historia te ayude a no repetirla

Bear with me on this, cause it's gonna be a rambleSé que en la mayor parte de los casos es una trampa de la mente, un sesgo. Le habrás pasado por delante decenas de veces, por ejemplo, al nombre de O Barqueiro, pero hasta que he escrito esto nunca te había llamado la atención. Sin embargo ahora, solo por  el hecho de que acabo de comentártelo, la próxima vez que leas en algún sitio "O Barqueiro" pensarás "anda, qué casualidad, justo de este pueblo estuvo hablando Noé hace poco". El caso es que sé que existe este sesgo mental; pero también hay modas y tabúes y hay veces que un tema realmente viene volando hacia ti en bandadas; se habla más de él, por el motivo que sea. 
Por ejemplo, hace un par de meses oí un episodio de Futility Closet en el que hablaban de los americano-japoneses durante la segunda guerra mundial, que fueron internados en campos de concentración por su gobierno, acusados de que había espías japoneses entre ellos.
Unos días después, vi un capítulo viejo de "Caso abierto" en el que hablaban precisamente de los campos de refugiados japoneses. Y hasta ahí se puede explicar perfectamente volviendo a la trampa mental de la que hablaba antes: en cualquier otro momento no le habría dado mayor importancia al tema ese, y me llamaba la atencion simplemente porque lo tenía en la cabeza.
Pero poco después escuché una entrevista a George Takei, que nació en EEUU y pasó varios años de pequeño en un campo de concentración. Y luego escuché otro reportaje, en 99% Invisible, sobre las galletitas chinas de la fortuna. Resulta que, pese al nombre, son una tradición americana; y originalmente eran "galletitas japonesas", hasta que el gobierno confiscó a los japoneses todos sus negocios y los echó de sus casas; cuando volvieron, años después, las galletitas habían pasado a ser chinas en el imaginario colectivo estadounidense.
Por cierto, creo que ya he utilizado esta metáfora en otra parte, pero me gusta 99% Invisible por lo que tiene de ola: es un programa sobre diseño, que es a la vez un paraguas muy amplio pero no da la sensación de ser particularmente interesante. Sin embargo, son capaces de hacer un episodio sobre un tema tan poco atractivo a priori como las fortune cookies que arrastra escondida una historia tan potente como esta; como una ola pequeña, de esas que rompen en las playas de ría, que no levantan un palmo del suelo y no parecen merecer el apelativo de olas, pero han movido miles de metros cúbicos de agua para llegar hasta allí.
El caso es que no es sólo la entrevista de Takei y los otros podcasts. El nuevo libro de James Ellroy también trata sobre el tema, e incluso el nuevo de Isabel Allende, fwiw.
Así que, sea por el sesgo o porque está sucediendo de verdad, he ido acumulando la sensación de que EEUU había abierto la veda sobre los campos de concentración, de que han decidido como nación hablar de ese tema y de la barbaridad histórica que supuso, asumir su culpa y etc.
Pues bien, en medio de la polémica que se está montando aquí por los planes de Obama de acoger refugiados sirios, un alcalde ha dicho lo siguiente:
"I'm reminded that President Franklin D. Roosevelt felt compelled to sequester Japanese foreign nationals after the bombing of Pearl Harbor, and it appears that the threat of harm to America from Isis now is just as real and serious as that from our enemies then."